18 feb 2015

Kanyakumari

















Volvimos a quemar la cuerda
donde todos los mares se encuentran

para enlazar las vidas
para reconocernos donde la brisa reina
y provoca el llanto

aquí nuestros cometas
deslastran miedos y esperanzas
cambiando de rumbo
con altura mantenida
y distancia dorada
cíclica y sanadora

aquí ese llanto
sabe a cúrcuma e incienso
la paz
a crepúsculo inexplorado

y la risa es agua
aliviando
el polvo inevitable
que araña mis arterias

te seguiré por el camino opuesto
para encontrarnos de nuevo
irreconocibles
al otro lado del mundo

y soñaré
sobre el reflejo
de tus pupilas hipnóticas

y dormirás
acunada por los vientos
de una montaña en calma

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