Sin pensarnos

Ya solo nos conectamos en silencio

y sin pensarnos

Desde que las palabras redujeron los patios

donde nuestras imágenes jugaban

obligadas a buscar lugares comunes

donde convertirse en mártires de lo convencional

en canciones de letra ilusoria

en finales esperados

Solo resta

la burda esperanza de la hipótesis

la querida ironía de lo imaginado

pretendiendo

acortar esta distancia

mísera e insalvable

riéndose de mi inoperancia

y tu indiferencia

mirándonos como el espectador

ante la obra inacabada

ante una ventana entreabierta al vacío

Donde me acompañas

Allá donde el viento

recibe un túnel de caricia

entre las cañas

allá donde las estrellas aparecen

si las pides

y la niebla no alcanza ni dura

allá donde me acompañas

inconsciente

más allá de tu presencia

existe ese lugar

donde el aliento se acompasa

y tus manos son abrigo suficiente

de una noche a la intemperie

lo soñé en mi presente

lejos de las sombras a las que pongo nombre

callado ante los llantos falsos

de un niño inconforme

protegido entre cabellos borrosos

que huelen a cariño

Calma caórdica

Calma caórdica en movimiento

como inercia del origen

nada sobrevive

más allá de la huella

Como restos de realidades

iluminadas por la brisa sorda

sospechosas de la inexistencia

Fluimos atados por la imposibilidad

de acompasarnos con el resto de la vida

sumisos ante el poder de la armonía ajena

claudicamos ante lo conmovedor

como ilusos optimistas, viendo imágenes

deshacerse ante los ojos del tiempo

esperando ansiosos

la llegada innegociable del silencio

la única falsedad que conocemos

y realmente nos importa

Estos árboles viven

meditando

no se entienden sin el otro

Como una hamaca del espíritu

me acunan

se olvidan de mi cuerpo

el ritmo lo marcan

las gaviotas que acallan mis ansias

Alguien desconocido

encontré al amanecer

vistiendo mis ropas

la lluvia me lo presentó

lo anunció toda la noche

Cuando se para el tiempo

solo el viento migratorio

pregunta si estoy vivo

me lleva donde estoy

donde antes no entendía

Cuando todo es música

única, lo más simple

se torna obra de arte

Escribir del vacío es mancillarlo

llenarlo de cosas

que no contiene

contradecir tu propia afirmación

Pensar en el vacío es traicionarlo

quitarle la máscara

a tu mejor aliado

matar la incertidumbre

Vivir en el vacío es algo heroico

fútil y honrosa manera de exiliarse

valiente demostración de la planicie

que nos vende la existencia

En el aire

En el aire

en cada uno de los poros que nos permiten las hojas

relamiendo gotas

como peces en el aire

Por las paredes

resbalando

carcomiendo las señales de vivencias

abandonados por la necesidad de abandonarnos

Estamos presentes

en la soledad de una palabra

un segundo después

de una partida

siendo conscientes

de cada movimiento del polvo que pisamos

cuando el tiempo era una caja

secreta de deseos

En el aire

solos

sin la gravedad de un cuerpo

Somos una burda copia de nuestras creaciones

caminamos torpemente sobre nuestras ideas
jugamos como adultos
no nos reconocemos en los niños
buscamos lo que nunca debió haberse perdido

Qué gozada tener tanto que aprender
qué privilegio poder tomar cualquier camino
si el destino ya lo llevas contigo

Siempre hay lugar para uno más
Siempre hay uno más

Manos en el aire

Sigo dibujando
manos en el aire
que al dejarme caer
me sostienen
pruebo a sostener
a otros, mientras tanto

Confío y confían
en un aire homeopático
de si mismos
en el que creer
como la única manera de aguantar
un peso también imaginado

Reconocer el silencio

Hay un silencio que echaba de menos
aunque nunca haya parado
Hay más palabras que echo de menos
más aún que las escritas
las que debieron llenar los silencios
prófugos, a la intemperie

Hay partes de mi que solo conocen el silencio
Hay partes que nunca conoceré por el ruido
y ruidos que despertarán en el silencio
Hay tantas realidades que despertaron juntas
estallando hacia el infinito
y van llenando el silencio
mostrando sus lados y llamándolo tiempo

Somos cada uno una geometría sagrada
con la que jugamos
colocando el lado del momento hacia la luz
girando en la orbital lavadora de la luna
purificando un planeta de camino al centrifugado
a ritmo inconsciente
a la búsqueda de algo que dejó atrás
haciendo ruido para reconocer el silencio