27 jun 2017

Valparaíso


Siendo consciente de ese provocado momento de sosiego
Cuando el sol llega, solo, a un lugar anónimo de la ciudad perezosa
La música temprana del café acompaña el curso de la mañana.
Dizzie trae la brisa fresca mientras la calidez de Chet le sigue bajando la plaza
Pausa para entrenar la búsqueda de imágenes en las palabras, antes de subir por la casa de las palabras que vienen del mar.
La vida del poeta humano refleja la simbología del ser social.
Una vista diferente para cada máscara. Un espacio para cada hombre.
Cumpliendo con la norma: “cada hogar con una ventana al océano”

Acuerdo del pasado


Vengo asumiendo tanto tiempo un acuerdo del pasado
que acepté sin rechistar
que recuerdo como ecos de un incendio

Un cuento en el que estoy contigo en todas partes,
manos entrelazadas entre multitud y ruido

Vengo tantos años viendo hogares marcados por tus muslos
repletos de libros, con tus voces, tan impresos,
y desayunos de domingo, abandonados

Vengo así aniñándome en la vida
explicada con tus mántricas caricias
veo a la oscuridad ignorar tu silueta
veo que tomas mi lugar, inseparable

Todo eso lo firmé antes de olvidarlo
como claúsula, gotea de regreso, con un plazo
emborronado, o un recuerdo implantado lentamente

Vengo últimamente
quemando absurdos compromisos con mi espejo
creando ecos de intención con sus cenizas
incendiando estepas para sacar de la tierra a tus fantasmas
para secar el espejismo de caricia en la laguna
cambiar el tono de tu muslo en la ribera
con el alba solitaria, disipar tu silueta

Ahora veo páginas releídas emigrar al mar
como gaviotas en silencio
y te recuerdo como a una casa abandonada
al viento helado

Patagonia


Gnomos enlatados
liberados sobre líneas amarillas de calzada,
transformada en pulsaciones por la lluvia,
esa misma que la maldad borra

Ninfas desnudas
como único animal reconocible
de un bosque que no se fía
ni de las mariposas
que cuando se posan son piedra

Nadie me acompaña de nuevo al frío
para recuperar la mental bruma, nadie
sueños de mitote

Me permiten dar rincones al silencio
sentir hundirse los pasos, al pararme
dejarme ver por los ojos
ocultos de las rocas
dibujar cimas bocabajo
como espejos de las nubes
cambiar el tiempo de las cordilleras
reconectar los paisajes con la pacha
y reinventar!

La importancia de las aves la conoce el viento
la del viento es intuición, baja frecuencia
que nos relatan los valles

Y sobre extrañas nieves un cordero rodeado
que nos mira, indiferente
como a un aliendígena vestido de bastardo
ante la inmensidad de su propia historia
pasando de largo

No es casual


No debe ser casual que, de entre miles,
lleguen canciones detectoras de frecuencias
hablándonos de la impaciencia de ser jóvenes
de la comodidad inútil de esperar que nos salven
o de esa inesperada mentira que es nunca herirte

No debe serlo tampoco, en sus confines
memorias mostrando como llaves, los patrones
en ésta me emociono al colocarte
tras ese ventanal de la montaña, y aunque
la mente me refresca, aburrida: - “estabas solo”
“su presencia era un poema” - me pregunto:
si necesito su permiso o tu existencia
para aceptar que mi recuerdo es emoción
siempre presente
que mirando al valle no existió
ningún poema
que escribimos realmente vibraciones
reflejadas en la piel de tu montaña

Te sentí conmigo y eso basta!