(Nota:
se escribió este poema
como se describe un vino
aquietando presentes
con olores del futuro)
Aquí, escuchando el aroma del romero y la lavanda,
que llega desde la presente montaña de un futuro inminente
Como esa fruta macerada que pisar
una tarde de sol sostenido
o, desde alta mar, el viento encalimado
de tierra lejana y seca
atrapado por velas amantes del salitre
Reconozco tonos de leña recién cortada
ramas crepitantes
venidas de algún lugar invisible
que, ingenuos, achacamos al pasado
Si aspiro con calma puedo oler nuestras risas
porque hay olores que solo llegan en silencio
y así aproximan los matices
de la cima que vislumbramos juntos
con ojos cerrados y almas respiradas
Es tu café, recién molido
quien puede alcanzar los confines del tiempo
y el cacao de mi memoria retenerlos
Como al vino
que es solo eco fermentado
de una uva arraigada al terruño
Por eso gana con el tiempo
por eso me recuerda a ti
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