Degustando
en un viaje gastronómico de cuerposconectado con sabores familiares
mediterráneos
de tacto a oliva profundo
tomate dulce al paladar
e intensidad latente
sabiendo del rubro
suave y caliente poblanode piel ahumada
rabiando sabores sin tallar
de texturas atadas a la tierra
y olores inocultables
descubriendo la alegría agridulce
de respuesta cítrica
y delicado roce
cada cuerpo
como alimento empático del almacomo encuentro cocinado a fuego lento
como sentidos agitados, ofreciendo
bocados esponjosos y redondos
y siempre el saciado final
y siempre injusto al amor
a los ingredientes frescos
a la promesa dedicada y permanente