Calma caórdica en movimiento
como inercia del origen
nada sobrevive
más allá de la huella
Como restos de realidades
iluminadas por la brisa sorda
sospechosas de la inexistencia
Fluimos atados por la imposibilidad
de acompasarnos con el resto de la vida
sumisos ante el poder de la armonía
ajena
claudicamos ante lo conmovedor
como ilusos optimistas, viendo imágenes
deshacerse ante los ojos del tiempo
esperando ansiosos
la llegada innegociable del silencio
la única falsedad que conocemos
y realmente nos importa
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