En ese reino
perdido siguen escondidas
mis riquezas, sus
gentes se disfrazan
de usurpadores, y
al rostro de su alcoba
se reencuentran
En ese reino
perdido las tierras
se mantienen
desconocidas
con aire
inaccesible
al dueño ajeno, sus
cosechas
se entristecen
En mi reino hay un
pulpo con corona
ajeno a mensajes
nocturnos, pegado
con ternura y
ansia a mis tejados
y por historias
sin fin los ladrillos
se derriten
Mi reino
resucitará en los ríos
el lodo rodará sus
distorsiones
se reencontrarán
en el mar, sin salida
con las sales
decantadas de mi abrazo
No hay comentarios:
Publicar un comentario