Madrid se mueve por
influjo de las nubes
que pasean nuestros perros
y a nosotros
repicando las campanas con
un ritmo
insospechado, han cambiado
el tiempo
y las horas son mas lentas
nos dan pie a escucharnos,
como antes
a olvidar el pasado sin
demora
a reinventarnos
Las nubes a mi tarde han
vuelto incierta
le han dejado dos páginas
en blanco
dudo si las olvidé o si
nunca fueron sueños
dos páginas que harán
mitos los detalles
construidos por las nubes
que nos mueven
Madrid nunca volverá a
ser la misma
será una balada, frenará
sus gestos, parará a pensarse
envejecerá con calma
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