Nos conocimos como se conocen las almas
juguetonas
luchando contra el tiempo desde polos
opuestos
pero siempre blancos y luminosos
como los mañañeos que robamos al
cansancio
Desde entonces nos buscamos en planetas
desconocidos
para encontrarnos en mesas suspendidas
sobre aceras
y las risas nos enlazan como plantas
trepadoras
ocultando muros que pretenden
separarnos
Entre miradas translúcidas de ojos
oceánicos
surgen sinestesias disfrazadas de
sonrisas
y en las charlas desatadas y
anacrónicas
nos olemos como gatos lejos de sus
callejones
Nos explican melodías extrañas
mundos raros que construímos lentamente
caricias que no buscan nombre
y versos que ni huyen ni se esconden
Juntos los ratos se creen días
las bromas leyes del universo
y las frases libros indescifrables
que leer confiado en cada viaje de
regreso
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